Clarín periodista
in : Clarín : 100 años después. Un clásico contemporáneo, Madrid, Instituto Cervantes, 2001, p. 125-130 (Reproducido en: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
Clarín periodista
in : Clarín : 100 años después. Un clásico contemporáneo, Madrid, Instituto Cervantes, 2001, p. 125-130 (Reproducido en: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
Clarín periodista
Sin llegar a ser un periodista profesional, Clarín fue "principalmente periodista" : "...de mí sé decir , que cuando me preguntan qué soy, respondo : principalmente periodista" declara, en El Español de 28 de octubre de 1899, el autor de La Regenta.. Es más periodista, pues, que catedrático, que novelista, que crítico, que cuentista, etc. Y lo cierto es que en la vida y obra de Clarín, el periodismo es el que marca la pauta : la prensa lo acompaña desde los tiempos de la adolescencia, cuando enviaba epigramas al Gil Blas o al Cascabel, hasta los últimos días de su vida, con no poca influencia sobre sus orientaciones narrativas ; en la prensa es donde se encuentra la parte más cuantiosa de su producción escrita y la prensa fue para él un oportuno y moderno medio para cumplir con sus compromisos sociales e intelectuales.
De lector de prensa a periodista. Leopoldo Alas es un precoz y pertinaz lector de la prensa, la que su padre -gobernador civil- recibiera en casa : desde el Jeremías publicado en La Habana por Martínez Villergas hasta los incipientes rotativos, y ya en su obrita dramáticaTres en una , se le ve, en 1867, proyectarse en un posible futuro de "gacetillero y folletinista" -de periodista con seudónimo- ; al año siguiente, empieza la redacción y publicación de su periódico -un semanario humorístico, manuscrito-, el Juan Ruiz, 50 números en total...
El 11 de abril de 1875, en la prensa y para la prensa nace "Clarín" : colaborador espontáneo en El Solfeo , pronto puede declarar como Larra -uno de sus modelos- : " ¡ ya soy redactor !", y hasta 1881 será un periodista "de oposición" polivalente (sueltista, cronista, gacetillero, folletinista, articulista de costumbres y hasta poeta jocoso), comprometido, militante y víctima de la censura y del fiscal Mendo. Allí aprende que "lo que se debe decir no siempre se puede decir" y a expresarse con "medias palabras". Luego en 1882-1883, por cuenta de El Día como reporterista, viaja por Andalucía publicando sus 21 artículos sobre "El Hambre en Andalucía".
En esa primera actividad se construye el carácter fundamentalmente dialógico de la escritura periodística clariniana con un juego permanente, más o menos explícito, con el lector "modelo" a quien deja de interpelar en su escritura novelesca pero a quien requiere constantemente a efectos de cooperación interpretativa y de ironía ... En el crisol de la prensa se ensaya la escritura y las formas de La Regenta que pronto va a "brotar" con no poca sorpresa del propio autor.
Su ingreso en el Madrid Cómico en 1883 marca simbólicamente una nueva orientación de su periodismo : con la llegada de los liberales al poder en 1881 que cierra la fase más represiva de la Restauración y con su alejamiento de Madrid, se vuelve desde Oviedo, periodista "de sillón" o "de oficina", "colaborador literario" más que periodista: privilegia la amenidad de los paliques -género periodístico y literario a la vez-, los cuentos, la crítica literaria -lo que él llama "periodismo literario"-, pero no renunciará a una expresión más política cuando las circunstancias se lo impongan a su conciencia, como en 1897 y 1898. Maravilla de veras esa capacidad de Clarín para, desde el gabinete de lectura del Casino de Oviedo, conseguir estar al tanto de cuanto pasa en el mundo e informar a su vez a sus conciudadanos : tanto y más que el libro, la prensa es su fuente de información inmediata. Su empeño en abarcar e interpretar el mundo desde una capital de provincia es también una como respuesta al exceso de centralización, aun cuando, como harto y salutífero realismo, sabe que a través de la prensa madrileña es como se accede al gran público : si no ceja su interés por los órganos del republicanismo (El Globo, La Justicia, y por supuesto, La Publicidad), busca cada vez más la audiencia de los grandes rotativos o de las revistas... Es ya celebridad temida y odiada : son prueba de ello sus sonadas polémicas estudiadas las más por J.-María Martínez Cachero, pero también el permanente intercambio público con otros periódicos -puede ser El Eco de Gandía- o con algunos de sus lectores, con todos aquellos "zascandiles" que se dan por aludidos y de quienes recibe todas aquellas "esquelas ya anónimas, ya firmadas", con recortes de papel pegados con oblea, que las más veces deja sin contestar... Su fama de crítico y periodista tendrá incluso por consecuencia que en las primeras historias de la literatura del XIX casi se olvide al novelista y al cuentista...
Progresivamente, aun cuando el comentario de la actualidad lo hace con más elevación y distancia -pero siempre con mordacidad-, se conoce que le cansa la obligación de ser "Clarín" y que de muy buenas ganas iría por la reflexión seria, el pensamiento filosófico, aun cuando como profesional cumple con sus obligaciones y contratos, hasta el final.
La obra periodística. Gracias al inventario llevado a cabo por Y. Lissorgues -imprescindible base para la publicación -por fin- de la obra periodística completa de Clarín-, se puede calcular que la producción del conjunto de estos textos fragmentados -"sembrados a los cuatro vientos" como dice Clarín-, es equivalente al texto de 15 Regentas o de 50 novelas como Su único hijo . Son más de 2.300 los artículos publicados por Clarín, lo cual supone un ritmo de unos 7 artículos firmados al mes entre 1875 y 1901, con puntas de hasta 15, como en 1882.
Los artículos de Clarín se publican en el folletín -el lugar más noble- o en la última columna de la tercera plana ; pueden ser verdaderos "fondos" como en tiempos de El Solfeo y La Unión, pero también pacotilla de gacetillas y sueltos yuxtapuestos en un palique, y cada vez más series que le permiten explayarse más para más reflexión, y sobre todo artículos -sobre todos los temas, de la actualidad y de la no actualidad- en los que solo manda Clarín. En la escritura clariniana, el artículo es la forma de referencia : es la unidad de producción y de pago, enviada con puntualidad -por contrato tácito- a este u otro periódico - más de 40 a lo largo de su vida-, diarios, semanarios, revistas culturales o ilustradas, de Madrid los más de ellos, pero también de Barcelona (La Publicidad sobre todo), de Asturias y de otras provincias donde muchos de sus artículos se reproducen como en La Crónica de Badajoz o en La Ilustración de Logroño pero también publica artículos originales como en el Eco de Guadalope publicado en Alcañiz. A Las Novedades de Nueva York enviará unos 30 artículos entre 1894 y 1897, y también unos pocos a La Nación de Buenos Aires, pero sólo uno a la Nouvelle Revue Internationale . Lo cierto es que busca los periódicos de mayor circulación, o aprovecha la multiplicación de los centros de emisión para la propagación de sus ideas. Esto le lleva a veces a repetir ideas pero no fórmulas ya que sabe adecuar la forma de expresión periodística a cada periódico : para el Madrid Cómico escribe "Paliques", para La Publicidad "Madrileñas" y, luego, "Revistas mínimas", etc. Existe una verdadera estrategia de conquista de medios de expresión, dentro de lo que cabe, o sea : lo que le consiente su conciencia de periodista que no ha de claudicar ni transigir, por mucho que le cueste, profesional y económicamente, como en el sonado caso de su ruptura con el director de La España Moderrna.
Toda esta ingente actividad remite a un trabajo diario de lectura y de escritura, las más veces apresurada y fragmentada, con su endemoniada letra y el peligro de que a Dios le hagan llamar Díaz los cajistas -y "no se me quejó Dios", comenta Clarín-, y en muy contadas y, para él, escasas ocasiones, de manera más pausada y extensa, con artículos no festivos que pueden continuarse, sin protesta de un director demasiado atento, según Clarín, a por donde van los gustos o preferencias del público.
La prensa como tribuna. En el capítulo que dedica Yvan Lissorgues al tema del periodismo y de la cultura en su gran libro sobre Clarín político , encontrará el lector un agudo y exhaustivo análisis de la teoría de la prensa y del periodismo por Clarín, imprescindible para entender e interpretar su propia práctica de periodista. Para él la prensa es fundamentalmente "una gran tribuna para la enseñanza popular" (El Español, 28-X-1899). Observa que no se leen libros, pero que "el periódico empieza a leerse bastante ; los obreros, los humildes, buscan con avidez el impreso barato", y propone, pues, aprovechar "estas buenas disposiciones populares para ir encauzando el gusto y el juicio de las masas camino del alimento espiritual que puede convenirles" (El Globo, 10-II-1899), haciendo de la prensa un instrumento de educación del pueblo, como medio de "predicación moral, en forma amena" (El Heraldo, 23-XI-1896). Por eso, con no poca coherencia intelectual y moral, Clarín propone resistir el excesivo afán por seguir los gustos y vicios del público en vez de guiarle, por culpa de orden económico" (Lunes de El Imparcial, 8-VIII-1892) : no porque en España poco se lee o se consume más palabras que ideas, se resigna Clarín. Muy al contrario, pretende -teorizándolo- utilizar el canal de la prensa para contrarrestar tan dañina tendencia y contribuir al cambio y le complace, por consiguiente, el que algunos periódicos echen a publicar suplementos literarios, cuentos, crónicas de arte, crítica, etc. que son unos adecuados medios para atraer al público...
Como observa Yvan Lissorgues, esto supone un análisis y una crítica del periodismo al uso : Clarín denuncia la doble tendencia observada en la prensa al noticierismo -"el empirismo caótico del noticierismo"-que en la prensa diaria amenaza ahogar la idea y al sensacionalismo, y también la "bobería ilustrada" de algunas revistas... Opone la necesidad para los periódicos de "elevar su valor intelectual".
En resumidas cuentas, Clarín, como teórico y práctico del periodismo y de la prensa, es un periodista y un crítico demócrata ya que "la buena democracia en literatura consiste en querer mejorar el gusto del público grande" (Madrid Cómico, 17-IV-1897) y para Clarín, por la literatura es por donde se puede elevar también el nivel cultural y político general. El periodista ha de enseñar y, como un sacerdote laico, tener "cura de almas" :"tanto como el maestro pone el medio, el saber leer, importa el periodista, que debe poner el fin, lo que el pueblo debe leer" (El Español, 28-X-1899), sin que sus ideas puedan siempre ser expuestas y, por supuestos, oídas.
De ahí el deseo frustrado y los intentos fallidos de emanciparse de la ley del público y de los directores, de esa "especie de censura previa, tácita, que limita la libertad del escritor" (La Publicidad, 9-IV-1899), con la creación de órganos propios : el misterioso e inencontrable Rabagás en 1872 o Museum en 1890, o la "gran revista científica literaria y científica" de que tanto habla a Galdós, en 1892-1893.
Para Clarín, en España el periodismo no es carrera, y debiera serlo. De ahí su reivindicación de los artículos firmados ("dentro de la firma -aunque de un seudónimo de trate- hay un persona, garantía de un periodista verdadero") imprescindibles para la afirmación o construcción de la moral, del saber, de la dignidad, del estilo, de la fama, de la carrera del periodista. Denuncia -satirizándolos- a todos aquellos periodistas "gratuitos y obligatorios", muy adeptos del "traperismo literario", que malvenden o regalan sus artículos. Como para Zola y los intelectuales de la época, escribir por dinero en la prensa es un medio de afirmación de su propia condición : "Las letras necesitan ser muy económicas, si quieren tener la necesaria dignidad e independencia" (Madrid Cómico, 27-IV-1889). Lo cierto es que a costa de arduas negociaciones salariales de que dan cuenta sus cartas con sus editores o directores consigue Clarín hacer que se reconozca en España el valor de su trabajo intelectual y en 1895, "por el haber periodístico" se considera ya clasificado "entre los generales de división, o, por lo menos, entre los directores generales, un año con otro". El que sus colaboraciones periodísticas fueran fuente importante pero no principal de ingresos para la vida de su familia también ha de tenerse en cuenta y puede explicar la sensación de malestar y menosvaler del "buhonero de las literatura menuda" que "atiend(e) a (sus) parroquianos, sirviendo paliques a domicilio, de redacción en redacción de pueblo en pueblo" (Madrid Cómico, 23-II-1889).
Clarín es, pues, un periodista consciente y con conciencia y así lo fue manifestando hasta el final de su vida, afirmando, como en sus años jóvenes, con agallas, su libertad y la de la prensa, desafiando al Fiscal del Supremo, Puga, en 1897, tras el asesinato de Cánovas, a sabiendas de lo que podía pasar, para luego escudarse detrás del seudónimo, afirmando con provocador cinismo que no conoce a ese Clarín del cual diz que se oculta un tal Leopoldo Alas, y seguir escribiendo, a pesar del creciente desanimo y pesimismo vital perceptible en uno de sus últimos cuentos Reflejo (Confidencia) cuando se refiere "el señor X" a los libros que no hace ("Son inútiles. No los leen. No los saben leer") y a los artículos que sí se leen... "pero tampoco se entienden".
Cien años después, ya es hora de leer los artículos del periodista Clarín y de entender la palabra periodística de Leopoldo Alas.
J.-F. BOTREL (Université Rennes 2/PILAR)
Esta síntesis puede ser completada por la lectura de los siguientes libros y estudios :
Alas "Clarín", Leopoldo, Preludios de "Clarín". Selección, introducción y notas por J-F. Botrel, Oviedo, I.D.E.A., 1972.
Alas "Clarín", Leopoldo, Juan Ruiz (Periódico humorístico). Transcripción, introducción y notas de Sofía Martín-Gamero, Madrid, Espasa-Calpe, 1985.
----, El hambre en Andalucía. Edición crítica. Estudio preliminar y notas de Simone Saillard, Toulouse, Presses Universitaires du Mirail, 2001.
Alas Ureña, Leopoldo, Tres en una. Pieza en un acto. Presentación de J.-F. Botrel. Transcripción y notas preliminares de Ana Cristina Tolívar Alas, Oviedo, Principado de Asturias, 2001.
Beser, Sergio y Bonet, Laureano, "Indice de colaboraciones de Leopoldo Alas en la prensa barcelonesa", Archivum , XVI, 157-211
Blanquat, Josette & Botrel Jean-François (eds.), Clarín y sus editores (65 cartas inéditas de Leopoldo Alas a Fernando Fe y Manuel Fernández Lasanta, 1884,-1893), Rennes, Université de Haute-Bretagne, 1981.
Botrel, Jean-François, "Producción literaria y rentabilidad : el caso de "Clarín". In : Hommage des hispanistes français à Noël Salomon, Barcelona, Editorial Laia, l979, p. 123-133.
----, "De periodista a periodista : diez cartas de "Clarín" a Luis París",Letras de Deusto, n° 32, mayo-agosto 1985, p. 171-184.
----, "Clarín y el Madrid Cómico. Historia de una colaboración" (1883-1901)". In : Clarín y "La Regenta" en su tiempo. Actas del Simposio internacional , Oviedo, 1987, p. 3-24.
----, "Zola, l'argent et la condition de l'écrivain en Espagne", in : S. Saillard & A. Sotelo Vázquez (eds), Zola y España. Actas del coloquio internacional, Lyon (Septiembre 1996), Barcelona, Universitat de Barcelona, 1997, p. 35-43.
----, "71 cartas de Leopoldo Alas "Clarín" a Sinesio Delgado, director de Madrid cómico (1883-1899) (y seis de Manuel del Palacio)", Boletín del Real Instituto de Estudios Asturianos, LI,n° 149, En.-Jun. 1997, p. 7-53.
----, " Clarín en 1898 o la inteligencia día al día ", in : A. Vilanova, A. Sotelo Vázquez (eds.), La crisis española de fin de siglo y la generación del 98. Actas del simposio internacional (Barcelona, noviembre de 1998), Barcelona, Universitat de Barcelona, 1999, p. 55-73.
----, Clarín, Francia y Europa", ABC Cultural, 20-01-2001, p. 12
----, "En el taller de Clarín : de la cuartilla a la página", Turia, 57 (junio 2001).
Lissorgues, Yvan, La producción periodística de Leopoldo Alas "Clarín", Toulouse, Univ. Toulouse-Le Mirail (1980)
Lissorgues, Yvan, Clarín político, Barcelona, Lumen, 1989, 2 vols.
Ramos Gascón, Antonio (sel. e introd.), Clarín, Obra olvidada. Artículos de crítica, Madrid, Júcar, 1973.
Sotelo Vázquez, Adolfo ( introd. y ed.), "Los artículos de Leopoldo Alas "Clarín" publicados en Las Novedades Nueva-York, 1894-1897", Cuadernos hispanoamericanos. Los complementarios/13-14, junio 1994
Utt, Roger L., Textos y con-textos de "Clarín", Madrid, Istmo, 1988.