NUESTRA AMIGA CLAIRE-NICOLLE ROBIN (1937-2012).

     


       

       

       

       

       

       

       

       

       

      








 

      El 26 de junio de 2012 falleció nuestra amiga galdosista Claire-Nicolle Kerék-Robin. Hija de obreros húngaros emigrados a Francia, Claire-Nicolle se dedicó a la enseñanza como maestra, al par que se licenciaba de estudios hispánicos en la Sorbona, y luego como profesora de español en la enseñanza media y, a partir de 1970, en la enseñanza superior, antes de ganar una cátedra en la université de Franche Comté (Besançon) donde ejerció hasta 2005. De sus primeras y casi vocacionales investigaciones sobre Galdós, son magistrales muestras su libro sobre La desheredada  (Le Naturalisme dans la "Desheredada" de Pérez Galdós, Paris,  Les Belles Lettres, 1976, 145 págs.) y su  tesis (¡de más de 1000 páginas !) titulada 1882 : « El Amigo Manso » de Benito Pérez Galdós. Les incidences du débat de la modernité sur la création littéraire  (leída en la univ. de Besançon, en 1985 —tuve yo el privilegio de formar parte del tribunal— y publicada el mismo año en Lille, Atelier National de Reproduction des Thèses)   en la que contempla en 1882 —año , como se sabe, de muchas esperanzas para los liberales— a un escritor-periodista, portavoz y eco sensible de una procupaciones a las que ofrece, en su novela,  un eco sintético y simbólico.

   A  Galdós le siguió prestando Claire-Nicolle una pertinaz y siempre entusiasta atención ( véase sus estudios sobre Gabriel Araceli (en Isidora), Luchana, Marianela El caballero encantado, por ejemplo) y quien haya coincidido con ella en lo sucesivos congresos de Las Palmas recordará, además de sus siempre novedosas aportaciones,  su elegante andar, durante mucho tiempo con moño alto e impecables guantes, y su tan característica elocución y risa (escúchese el programa que la emisora « France Culture » le dedicó el 9-VIII-2007 a Galdós y en que ella participó), su contagioso entusiasmo. Su gran ilusión fue que la obra de Galdós llegara por fin a ser conocida y apreciada por los lectores franceses : ¡ojalá sus traducciones de Halma y Nazarín y las de tres Episodios nacionales que dejó a la editorial Normant lleguen a publicarse ! Pero Claire-Nicolle Robin también fue pionera en el redescubrimiento de las colecciones de novelas semanales de principio del siglo XX : es autora de varios estudios sobre Joaquín Belda, Eduardo Zamacois, Hoyos y Vinent, Cristóbal de Castro, Insúa, etc.  y, en colaboración con C. Alonso (Cultura Escrita & Sociedad, n° 5, sept. de 2005, pp. 173-212) de un inventario de dichas series periodísticas de las que consiguió reunir un importantísimo acervo —era una empedernida bibliófila que siempre regresaba de España con unas maletas atiborradas de libros y lega a sus hijos una biblioteca de más 12. 000 volúmenes. En 2005,  de Joaquín Dicenta editó unas Obras escogidas publicadas en Zaragoza por la Institución Fernando el Católico, el CSIC y la Diputación Provincial y fue publicando varios artículos sobre la zarzuela, el teatro anarquista y las incidencias de la ciencia en la literatura finisecular (véase por ejemplo, su estudio sobre « Positivismo y utopía : el Científico » publicado en 1998, en Pensamiento y literatura en España).  También desde la perspectiva de la historia cultural, colaboró activamente en los libros colectivos 1900 en España (1991) y Los felices años veinte : España, crisis y modernidad (2006) y propuso una nueva definición del cosmopolitismo en la España de los años 1900-1914.

   Como ejemplificación de la obra de Claire-Nicolle Robin quien, gracias a su conocimiento de varias lenguas y a una  verdadera bulimia de lectura, disfrutaba además de una impresionante cultura literaria europea, valen sin duda las palabras con que el narrador cierra La Desheredada : para « llegar a una difícil y escabrosa altura, no os fiéis de las alas postizas. Procurad echarlas naturales, y en caso de que no lo consigáis (…)  lo mejor será que toméis una escalera».

   Mucho añoramos ya la clarividente, generosa y pertinaz ambición de Claire-Nicolle —y su alegría ; nos queda su gran sabiduría.

                                                     J.-F. Botrel (Univ. Rennes 2).